jueves, 6 de marzo de 2008



RAPEROS
Rap (música), estilo musical emparentado con el rhythm and blues, originario de los barrios negros e hispanos de Nueva York. Vinculado desde principios de la década de 1980 al movimiento hip-hop, al igual que éste integra diversas corrientes, como la música break dance, el graffiti o el scratch.
Si el hip-hop se distinguió por evolucionar a partir de las formas primigenias de la música religiosa de la comunidad negra de Estados Unidos, a través de una expresividad laica y popular que se concilió muy a menudo con el funk, el rap se desarrolló sobre todo por dos vías: rompió sus lazos con el funk y la música disco, y estrechó su relación con el break dance al tiempo que radicaliza sus signos de identidad callejera mediante formas autónomas y un lenguaje específico y combativo. En sus primeras manifestaciones, y siguiendo la pauta break, el rap surgió de las manipulaciones de los disc-jockey (‘pinchadiscos’, también llamados Dj) que mezclaban uno o varios temas para obtener una composición que sirviera como vehículo sonoro a la recitación del solista o, con mayor frecuencia, a un nutrido conjunto de intérpretes. La púa del tocadiscos, en consecuencia, se convertía en un elemento fundamental de los temas rap. A partir de ráfagas breves y reiterativas, salpicadas de arrastres rítmicos, y rimas que se nutrían de jergas, efectos onomatopéyicos, bromas y consignas, se desencadenaba un juego de réplicas y contrarréplicas muy sugestivo, que a su vez se complementaba con provocativas escenificaciones.
Estos rasgos esenciales del rap —en especial todo lo que se refiere a sus letras— tienen su origen en las fórmulas publicitarias emitidas por radio y televisión donde dos o más personas conversaban coloquialmente sobre un producto, combinadas con las remezclas de música disco que los jóvenes negros, hispanos y chicanos empleaban para bailar y divertirse al aire libre en los guetos. Por ello, el rap tuvo en sus comienzos una difusión limitada, pues raras veces trascendía al ámbito de las discotecas, copadas por temas comerciales también interpretados por negros (como Grace Jones, Chic y Tina Turner). El tema “Rapper´s delight”, de Sugar Hill Gang, editado en 1979, fue una de las composiciones estrella de este estilo, que se inscribía en el ámbito ecléctico practicado por bandas como Afrika Bambaata and The Soul Sonic o el más radical de Grandmaster Flash and the Furious Five. Pero es a partir de la década de 1990 cuando los álbumes rap alcanzan una presencia regular en las listas de éxitos de la revista Billboard y el estilo se diversifica, atrayendo a sus filas a músicos blancos, como los Beastie Boys, procedentes del punk rock, Anthrax y Suicidal Tendencies, del heavy metal, y Marshall Mathers/Eminem, la “gran esperanza blanca”, entre otros muchos.
No obstante, el impacto masivo provocado en esa época por el rap atrajo a numerosos artistas que, como MC Hammer (promotor de boxeo de pesos pesados en sus ratos de ocio y “niño mimado” de la cadena MTV), Vanilla Ice y Jazzy Jeff and the Fresh Prince, en el intento de conciliar comercialidad (música disco, sobre todo) y novedad, desfiguraron la esencia del movimiento, hasta el punto de que bandas como 2 Live Crew, NWA (Niggers With Attitude), Ice-T y, sobre todo Public Enemy, sufrieron una sistemática marginación por parte de los medios y la crítica especializada, además de soportar un largo periodo de silencio involuntario durante el cual sus trabajos fueron sometidos a censura en las emisoras y a juicios en los tribunales.
El rap genuino, al asumir en sus letras y ritmos la épica urbana de la violencia cotidiana (crimen, droga, cárcel, represión), el sexo explícito y la pornografía dura, el machismo, las posturas políticas de extrema izquierda y la justificación de la lucha armada contra el orden establecido, en consonancia con las tesis más duras de Malcolm X y los Panteras Negras, ha sido atacado con inusitada agresividad por los sectores más conservadores de Estados Unidos y Europa. Por el contrario, directores que iniciaron su carrera en el cine independiente o underground (Stephen Frears, Spike Lee, Oliver Stone, Dennis Hopper, por ejemplo) han reivindicado en sus películas los valores y motivos plásticos que significan las inquietudes de este movimiento.

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